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Botánica
FLORES ORNAMENTALES
Antílide (Anthyllis montana)
Origen/distribución: Toda
la ribera del Mediterráneo
Familia: Papilionáceas
ntre
las casi 50 especies del género Anthyllis, existen
varias que, aunque no son de uso muy frecuente en
jardinería, van adquiriendo poco a poco popularidad por
su bonito follaje y sus flores. Estas especies son: A.
montana (la que ilustra esta página) A. vulneraria y A.
barba-jovis, entre las más conocidas.
Son plantas perennes de porte variable, con origen en toda la zona ribereña del Mediterráneo: la especie de la imagen es rastrera (hasta 30 cm de alto), así como A. vulneraria. A. barba-jovis es subarbustiva. Todas resultan muy adecuadas para su aplicación en rocallas, donde lucen todo su atractivo, tanto en la época de floración como fuera de ella.
Antílide (Anthyllis montana)
Contribuyen mucho a decorar zonas abruptas y relieves cortantes, que suavizan con su porte tapizante. Su follaje, de color verde-gris y algo velloso, proporciona una mancha de color susceptible de crear bellos contrastes con otras especies.
La floración es de color rosa o amarillo, según las especies. Tiene lugar desde finales de marzo hasta finales de junio o principios de julio. Las flores tienen forma de mariposa, como les ocurre a todas las que pertenecen a la familia Papilionáceas.
Reproducción/cultivo/otros datos de interés
La antílide se reproduce de varias formas: por semilla, a finales de primavera, en plena tierra. También por esqueje y acodo en la misma época. Y finalmente, es posible practicar la división de mata en el otoño.
Requiere un suelo bien drenado y preferiblemente seco, pues el exceso de humedad le perjudica.
La exposición debe ser muy soleada, sobre todo en los climas de tipo continental. En todo caso, un semisol si la climatología es benigna.
La antílide no tolera las heladas ni los fríos intensos, y los riegos deben ser moderados, algo más frecuentes y copiosos durante la floración.